¿Cómo funciona el turbo de un coche?

El turbocompresor se ha convertido en un elemento común y casi indispensable en los motores actuales. De hecho, tanto los vechículos con motor diésel como los vehículos con motor de gasolina, incorporan sistemas de propulsión muy avanzados.

El sistema del turbo es muy sencillo y se basa, principalmente, en el aprovechamiento de los gases de escape. Como el humo de los cilindros sale con cierta velocidad, éste se utiliza para mover el turbocompresor y que éste acelere el aire ambiente y lo meta en el motor. Para realizar su funcion correctamente, el turbo incorpora dos turbinas unidas mediante un eje girando ambas a la misma velocidad.

La primera turbina, gira gracias al contacto con los gases de escape que salen calientes del motor y con mucha presión. Al girar, proporcionan movimiento a través del eje a la otra turbina, que aspira el aire que entra al motor generando una mayor presión y comprimiendo la cantidad de aire que entra al cilindro. Con más aire entrando a los cilindros del motor, aumentará la potencia y se reducirá el consumo y las emisiones de gases contaminantes.


En este proceso se alcanzan velocidades de hasta 200.000 rpm en el turbocompresor y unas temperaturas muy elevadas que llegan a los 900oC. Para un correcto funcionamiento del motor, es vital la función del intercooler, un elemento que se encarga de reducir la temperatura del aire proveniente del compresor del turbo hasta unos niveles óptimos para su posterior entrada en los cilindros a través de las válvulas de admisión. Esta pieza está situada entre ambas partes y enfría el aire que va desde el turbo al motor.

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