¿Cómo afecta el calor en verano a nuestro vehículo?

El calor y las altas temperaturas afectan negativamente a nuestro vehículo, esto es un hecho innegable. Pero, ¿De qué manera afecta el sol a nuestro coche? ¿Qué piezas sufren más por el aumento de la temperatura? ¿Cómo podemos evitar o aliviar los efectos adversos del calor en nuestro automóvil?

Hoy en Turbo3 te explicamos las claves para mantener tu coche en buenas condiciones pese a las altas temperaturas de este verano.

Como buen conductor, ya sabrás que en los días soleados aparcar en un lugar sin sombra puede convertirse en un verdadero infierno. No solo por la temperatura que alcanza el interior del vehículo, sino por el desgaste que sufren ciertas piezas del coche como gomas, manguitos, tapicería, neumáticos, etc.

El calor de forma continuada en estas piezas de nuestro vehículo hace que pierdan sus propiedades y duren menos tiempo en buen estado. Es por esto que debemos hacer un mantenimiento de vez en cuando para alargar su vida útil y evitar roturas, fugas o desgastes prematuros.

Además, las altas temperaturas hacen que el motor rinda de una manera menos eficiente, que los frenos pierdan eficacia en carretera y que el consumo de combustible aumente de manera considerable. Esto sin contar el desgaste que sufren estos al trabajar a una temperatura superior a la recomendada.

Ahora que ya tenemos una idea general de cómo afecta el calor en verano a nuestro vehículo, os vamos a explicar las piezas que suelen sufrir mayor desgaste por culpa del sol:

El motor tiende a trabajar peor en condiciones de altas temperaturas ¿Por qué? Porque este utiliza gasolina y aire para generar la combustión. Si el aire es caliente, concentra menos oxígeno en él y la combustión se vuelve un trabajo más complicado y menos eficiente. De ahí que el consumo de combustible se dispare en verano.

Los neumáticos son las únicas piezas del coche que están en contacto con el asfalto y con el contacto directo del sol, el suelo puede superar temperaturas de hasta 70 grados. Este hecho hace que los neumáticos se desgasten más rápido y en menos kilómetros. Es importante que revises con regularidad los neumáticos por tu seguridad y la del resto de conductores.

Los frenos también son de las piezas que más sufren con el calor debido a la temperatura que estos alcanzan cuando están en funcionamiento. Si a la temperatura que alcanzan estos le sumas la del ambiente, los frenos pueden llegar a deformarse, el líquido de frenos tiende a gastarse antes y su rendimiento se reduce considerablemente, por lo que puede llegar a ser peligroso para tu vehículo.

Algunos consejos para combatir estos efectos adversos del calor en los frenos son: la anticipación, la conducción ecológica y utilizar el freno motor, es decir, reducir marchas para que el mismo motor actúe de freno.

Por último, destacar también el desgaste que sufren las piezas derivadas del petróleo, como las piezas de plástico o de goma. Estas suelen perder sus propiedades como la elasticidad o la resistencia y puede desencadenar en una avería si no logras darte cuenta a tiempo.

También en las partes importantes como la correa de distribución, manguitos, limpias y tapicería puedes evitar que el calor las estropee ¿Cómo? Usando productos como hidratadores para plásticos o simplemente resguardando al máximo tu vehículo del sol.

• Trata de aparcar tu vehículo en el garaje, si no puedes, que sea en un lugar con sombra.
• Utiliza parasol o tinta las lunas de tu vehículo.
• Hidrata las piezas de plástico y goma con productos especializados.
• Refrigera tu coche antes de usarlo.
• Sé constante y no descuides su mantenimiento.
• Evita conducir en las horas de mayor temperatura del día.
• Revisa y ajusta a menudo la presión de tus neumáticos.

Si te ha parecido interesante este artículo sobre cómo afecta el calor en nuestro vehículo, no puedes perderte el anterior sobre la evolución de los motores de los coches de carreras.

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